Llegué a esta ciudad y desde siempre una de mis ciudades favoritas sin haberla visitado. La visité en época de carnaval y fue una experiencia única en mi vida. La ciudad es acogedora, la simpatía y amabilidad de su gente, lo alegres que son me hicieron sentir tan bien que lo único que me robaron en la ciudad fue el mi corazón.
Me alojé en el Hotel Océano Copacabana. Visité El Cristo Redentor y el Pan de Azúcar, ambas experiencias inolvidables, no había visto tanta belleza natural como aquí. Visité las playas de Copacabana, que es la más famosa de Río y del mundo, luego fui a las playas de Ipanema y Botafogo, que son más de los locales y donde no van casi turistas. Que mucho se cuidan el cuerpo los brasileiros y lo muestran mucho.
Además, para la vida nocturna, visité los barrios de Lapa y Gloria a las afueras de Río. Luego llego el día donde comienza el famoso Carnaval de Río y fui al Sambódromo para ver los desfiles de las distintas escuelas de samba que compiten por ganar el gran primer lugar como la mejor escuela de samba del país. Este ha sido uno de los más grandes espectáculos que jamás haya visto en mi vida. Volvería a Rio toda mi vida si pudiera, pero tengo otros destinos por visitar en Brasil.